LA ALEGRIA DE MOSQUERA

Mosquera espera una hija y parece que le trae buena suerte: abrió la cuenta ante Colón, fue citado para su selección y le devolvió la sonrisa a Arsenal.

El gesto, automático, surge desde el corazón. Y eso que la alegría por convertir un gol no es algo de todos los días para Josimar Mosquera. Sin embargo, nada de locura, todo amor en ese pulgar
llevado a la boca, en clara alusión a un chupete utilizado por un bebé. Es que para el colombiano, el fútbol es una alegría pasajera, en comparación con lo que le espera para dentro de dos meses: el nacimiento de su hija. Por eso la dedicatoria a su mujer, María José, fiel seguidora, esta vez en la platea de la cancha de Arsenal. Puede decir, entonces, este defensor, que su niña viene con el pan bajo el brazo. Y no sólo por este gol que abrió la cuenta frente a Colón, sino también porque ayer se enteró de que el sábado recibirá a Paraguay, el puntero de las Eliminatorias, y el miércoles visitará a Brasil. Feliz, claro, no lleva agua para su molino, sino que se muestra "tranquilo, porque el triunfo sirve para ratificar en el torneo lo que podemos dar y para seguir luchando por alcanzar los objetivos".
Con 64 partidos en Arsenal, Mosquera festejó ayer su tercer gol (le había hecho uno a San Lorenzo por la Sudamericana del año pasado y uno al Motagua, en esta edición), por lo que la emoción pudo más que el delirio en su festejo. Por eso contó, ya retirándose de la cancha,
que "es muy importante haber convertido para darle una mano al equipo en busca de una victoria que necesitábamos como grupo. A eso se suma la alegría familiar y también la convocatoria para jugar en la selección. Me pone muy contento poder volver al seleccionado de mi país, dejando a Arsenal con el placer del deber cumplido. Ahora tenemos que aprovechar el descanso, ya que venimos de un par de meses muy exigentes". Lo que se dice un fin de semana bien redondito.