QUE NOCHE LA DE ANOCHE

Que nochecita la del arse... Y bueno... arrancamos nomas viajando al estadio monumental los mismos de siempre, sentados en la ilusion de hacer realidad un sueño, y lo logramos.
Al llegar nomas, la abrumadora mole de cemento que es la cancha de River, y sus miles de hinchas alentando. Pero alla arriba, en la centenario, los 2.000 arsenaleros no paramos nunca de cantar y bailar al compas del juego del equipo.
Es mas, por momentos tapando a la barra rival...
Era mucha la buena confianza que teniamos, que cuando la cosa se ponia fea, teniamos la seguridad que no entraba la pelota, y asi fue... Ni hablar cuando en la antesala de los penales, nuestros jugadores se juntaron en el medio, se abrazaron, se arengaron, se juramentaron a dejar todo en esa instancia, y fue ahi que nos emocionamos todos... se me aflojo el garguero y unas lagrimas partieron de mis ojos, y ahi si listo: Hoy ganamos aunque sea 1/2 a 0. Mientras sonaba el vamo arse vamo ustedes pongan huevo que ganamos, vamo atraer la copa a la Argentina, la copa que perdieron los de boca y las gallina... simplemente conmovedor cuando atrono otra cancion mas En la cancha de River vamos a ganar, en la cancha de River vamos a ganar, y la vuelta... y la vuelta vamo a dar... mientras tanto, del otro lado solamente un viento frio envolvia al local... Y fueron los penales, las manos de Cuenca, los pies de todos, la desilucion de Andrizzi, el retorno con Casteglione y nuevamente Cuenca y su remate al corazon de River...
Alegria, confusion, no se con cuantos desconocidos me abrace, pero que momento, que emocion, algo que no se como explicar, y luego el saludo a los jugadores señores dejo todo, me voy a ver al arse, porque los jugadores me van a demostrar, que salen a ganar, quieren salir campeon, que lo llevan adentro.... como lo llevo yo, y luego el clasico y dale, y dale, y dale arse dale.
La salida entre todos por las calles del barrio, los cantos, y el viaje de retorno envueltos en el extasis de la victoria y la parada en el obelisco, banderas al viento, miradas incredulas de neutrales, curiosos y turistas...
La llegada al viaducto, comparsa improvisada hasta la madrugada, el saludo de los vecinos y trasnochados viajeros de la Avenida Mitre...
Si, que noche la de anoche... son esas noches que pocas veces se viven, y sobreviven por siempre en el fondo del corazon...