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Arsenal recibió otro golpe que pone en riesgo su clasificación

El conjunto de Sarandí mejoró su imagen, pero cayó por 1-0 con Liga Universitaria, de Quito, y sólo suma tres unidades en el Grupo 8Se complicó todo. Se quebraron los esquemas. Esos que suele trazar minuciosamente el entrenador de Arsenal, Gustavo Alfaro. El efecto Fluminense aún parece latente. Es verdad que la imagen fue distinta a la que ofreció en la goleada sufrida por 6-0 en Brasil, pero también es cierto que poco tuvo que ver con la de ese equipo, que supo despertar admiración, cuando se consagró campeón de la Copa Sudamericana 2007. Y eso ayer, en Sarandí, lo pagó caro, porque cayó por 1-0 ante Liga Deportiva Universitaria, de Quito, y ahora su clasificación para los octavos de final de la Copa Santander Libertadores está en riesgo. Con esta derrota, los jugadores de Alfaro acumulan tres puntos (Liga Universitaria es el líder del Grupo 8, con siete unidades) y sus próximos pasos serán: el 26 del actual se medirá nuevamente con el equipo ecuatoriano, pero en Quito; después recibirá a Fluminense y, por último, viajará a Paraguay para enfrentarse con Libertad. La postura del equipo ecuatoriano resultó una verdadera encrucijada para Arsenal. La ubicación de Damián Manso, más preocupado por la terminación de la jugada que por la elaboración, alteró los diagramas del entrenador del conjunto de Sarandí. Durante 25 minutos, Arsenal no pudo tomar las riendas del encuentro y sufrió con cada ataque, que encabezó Manso. Pero la reacción de Alfaro, que había dispuesto una línea defensiva compuesta por tres jugadores, le permitió torcer el rumbo. El técnico hizo retroceder a Darío Espínola al sector defensivo y conformó un bloque de cuatro hombres por delante del arquero Mario Cuenca. Esta modificación neutralizó los avances del rival y le permitió generar más riesgo, aunque, lentamente, comenzaba a poner en evidencia la falta de profundidad. La imagen que ofrecía Arsenal, sólido y con resto físico, le fue quitando explosión y argumentos a Liga Universitaria. Esto, lógicamente, hacía creer que iban a ser los argumentos del conjunto de Sarandí para dominar el segundo tiempo. Sin embargo, esta actitud sólo duró 20 minutos, porque Arsenal continuó con los problemas en la zona de la definición. Esto le posibilitó al conjunto ecuatoriano retornar al juego. Y el primero en advertir esta ventaja fue Manso, la pieza que complicó todo. Con este despertar de la Liga, el escenario que se le presentó a Arsenal fue el de un juego más equilibrado en el que sufría ante cada contraataque del equipo rival. Y por esa vía, Liga Universitaria hirió al conjunto de Sarandí. Porque una corrida de Guerrón le permitió quedar frente a frente con Mario Cuenca que, apurado, intentó cortar, dentro del área, el avance del delantero. El árbitro, Carlos Chandía, por la vehemencia con que salió el guardavalla, entendió que hubo falta y sancionó el penal, que abrió la controversia. Después, el capitán Patricio Urrutia marcó el tanto, que fue el desencadenante de la búsqueda desesperada de Arsenal por la igualdad. Pero ya era demasiado tarde. El golpe llegó a destino y lo dejó tan groggy que quedó en riesgo la clasificación.