RECUERDOS DE UNA TARDE...

Hace unos cuantos años atrás, ya no recuerdo cuantos, en una vieja estacion de servicio me asalto un pensamiento. Mientras los litros de nafta inundaban el tanque de mi querido Dodge GTX, pensaba como se las arreglaria mi Arse ante el poderoso Banfield, que venia puntero y comiendose a todos… Iba, si quedaba alguna duda, hacia el Florencio Sola, en una visita dramatica. Es que Arsenal recien daba sus primeros pasos en el Nacional B, y nadie daba dos mangos por nosotros.
Llegue, acompañado por mi viejo. Subimos uno a uno los escalones de la Eliseo Mouriño y nos colocamos en un costadito, mientras veiamos como la Banda colgaba los trapos. El sol nos pegaba de frente, y la voz del estadio daba las formaciones.
Por ahí, entre algunos papelitos, salio el Arse. Fuerte silbatina y el ya gastado “Grondona Hdp….”. Y salio Banfield, el candidato, aullidos de las chicas imberbes que al borde de la histeria vivavan a los del taladro.
Nosotros casi ni eramos notados por la parcialidad rival, y en un cuasi silencio aplaudimos a nuestros heroes. La cosa es que al final de todo, Banfield nos gano por 3 a 0. No fue baile, pero anduvo medio cerca la mano… Sin embargo, los cien tipos que nos acercamos hasta la cancha, comenzamos a revolear cual bandera al viento, todo tipo de trapos, bufandas, remeras y que se yo cuantas cosas mas, y lanzamos un grito de guerra y honor: Aunque ganes o pierdas, no me importa una mierda, sigo siendo del arse, porque al arse lo quiero, porque al arse lo quiero….
Este viernes, viviremos algo parecido, otra vez el Arse como punto, casi sin ser tenido en cuenta por nadie, ni aca en Argentina ni mucho menos en Mexico. Asi, casi en el anonimato habra algunos simpatizantes, fanaticos y verdaderos hinchas en el mitico Azteca. Todo después sera Amarillo, griterio infernal e histeria. El dinero y la fama deslumbraran al periodismo, que en su afan por vender, se quedara del lado del poderoso y sus espejitos de colores.
En cambio, once gladiadores (sabedores de estar en medio de un inmenso circo romano) pondran sus pechos y lucharan hasta el final. Mientras el resultado, frio y neto, puede indicar la gloria o la tristeza.
Pero no termine de contarles lo de Banfield. Cuando salimos de la cancha con mi viejo, lo mire y le dije: _ Doy gracias a la vida y a Dios por ser del arse…
Chau, hasta luego…