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lunes, septiembre 24, 2007

PARTIDO AL MEDIOS

La mirada de los medios periodisticos sobre el partido entre Arsenal y Racing Club:
  • Existe un método Racing para ganar. Es una forma casi patentada en los últimos tiempos. Y esa fórmula contiene sólo un par de ingredientes: suspenso más una cuota importante de angustia. Y que, con la victoria consumada, se transforma en explosión. En ansiedad contenida. En fiesta. Así es Racing. Y así sumó otro triunfo. Necesario, por lo momentos en que transitaba la relación Gustavo Costas con Fernando De Tomaso. Imprescindible, además, para mantener la expectativa del equipo a futuro en la tabla. Legítimo, al cabo, porque Arsenal muy pocas veces lo superó en el desarrollo como para hablar de injusticia. Y si hubiesen sido más certeros en el final de las maniobras en el último cuarto de hora, la cifra pudo ser otra y el sufrimiento, mucho menor.No cuentan con talentos Arsenal y Racing, se sabe. Esa clase de jugadores que pueden hacer la diferencia con un toque, la pausa, la capacidad para armar una jugada, la imaginación para pergeñar un circuito ofensivo pulcro y contundente. Y eso se nota. Y tanto Arsenal como Racing lo reemplazan de diferentes formas. Arsenal descansa en su tarea de conjunto, en el ensayo de los tiros libres y los corners para sacar ventaja, en los movimientos ordenados para cubrir los espacios. Y con esos argumentos simples, estudiados, puso en aprietos a Racing, más al principio, y amenazó con perforar la solidez del arquero Navarro. Racing se mueve presionando, multiplicándose en el esfuerzo físico con Bastía como símbolo y la constancia para discutir la posesión de la pelota. Después, si el Piojo López acierta bien un pase tiene chances de convertir, porque el oficio para ganar los lugares libres lo sigue manteniendo. Orden, por un lado. Perseverancia, por el otro. No alcanzan para ser estilos, claro. Son distintas formas de interpretarse.Pero con sus innegables limitaciones, tanto Arsenal como Racing armaron un partido intenso, emotivo, con una pila de situaciones peligrosas, que exigieron al máximo a Cuenca y a Navarro. Porque Arsenal cuando se decidió a ir, a salir -aunque haya ubicado a dos puntas (Calderón y Raimonda) que son más realmente más medias puntas que delanteros netos- dejó huecos y espacios para que el siempre veloz López los sacudiera con sus corridas. Y Racing que se defiende al límite, pareciendo que en cualquier jugada llegará la distracción y el consiguiente gol del rival, no pareció nunca ofrecer todas las garantías. Pero, con sustos y todo, su arco quedó en cero y no es un mérito menor.Y en una de esas disparadas del Piojo, el centro fue directo a la cabeza de Sava y Sava que la pifió un par veces, puso bien su testa y metió el gol que debía meter en el instante preciso. Arsenal recurrió a sus jugadores más dotados, Gómez y Andrizzi, también metió Alfaro otro punta como Biaggini, para torcer la historia. Y siguieron las emociones adornando al espectáculo. Importaron poco las imprecisiones, los pases errados, los rechazos apurados. Arsenal empujó, Racing se sostuvo. La expulsión de Brau abrió otros rincones para Racing en ataque. Y terminaron como empezaron: corriendo, gastando las energías que permitían los pulmones, sin treguas. Sin concesiones. Y ganó Racing, fiel a esa consigna de hacer todo a puro sudor. Quizás cuando Estévez esté mejor físicamente pueda tener mayores variantes el equipo, porque el petiso demostró con tres o cuatro maniobras que pensar es clave para jugar mejor. Y Racing requiere de alguien como el Chanchi para que le cambie el frenesí por un toque punzante, para un costado o para atrás. Queda Racing bien perfilado para lo que viene, según los números. A su manera, por supuesto. Al todo o nada en cada minuto de cada partido. (H. Cardozo, Clarin deportivo).
  • Era desprolijo, atropellado y medio simplote para atacar. Entró Estévez, y todo Racing recibió una inyección de viveza que le permitió salir de la meseta sin horizonte claro de su primer tiempo.El cambio con un jugador de pura cepa racinguista, resignificó con fútbol el calor de la tribuna, que estaba atenta a cómo jugaba el equipo, pero prioritariamente preocupada en mimar al técnico. Si el "Costas no se va" del primer tiempo era un escape exclusivo para pedirle que no renunciara por las macanas intestinas que herían al técnico, en el segundo se acentuó con mayor orgullo porque el equipo jugó muy bien. De la cierta paridad —con mayor insinuación de Arsenal—, se pasó a un tsunami de llegadas por parte de Racing, que pudo haber ganado por mayor diferencia.El local había descubierto una fácil vía de aceleración, en su postura de contra: pase largo a espaldas de Salcedo. Había como 20 metros entre el carrilero por la izquierda y el lateral García. Pegadito a la raya, esperaba Carrera, tanto de San Martín o de Raymonda. Pero la defensa visitante se cerraba bien en el medio, y además, los centros pasados terminaban en imprecisiones.Contra eso, Racing era pura iniciativa, sin final la creatividad necesaria. La tiraba para el pique del Piojo López, o buscaba la cabeza de Sava. Apenas alguna combinación por abajo, con el 9 de pivoteador. Se abría alguna brecha por la derecha, pero a Cabrera le salió alguno que otro centro, pero en general, bastante errático. Un par de llegadas por lado entonaron un poco el juego, desde los 20.Pero el vuelco se dio en los últimos 45. Estévez jugó en el medio, por la derecha, con panorama, sentido de la profundización del ataque, y se prodigó en la marcación. Tanto entusiasmo y astucia encendieron más a Bastía, con quien motorizó ese vendaval de contraataques, cuando el Arse se lanzó con todo después de que Sava clavara una semipalomita.A Racing, su encendida noche le dejó tres puntos y una hinchada en paz, porque "Costas no se va". (Carlos Rodriguez Duval, Olé)
  • Es imposible no vincular la particular situación que se vive con el entrenador Gustavo Costas con el partido de anoche. No sólo por el clima vivido en el estadio, sino también por lo mostrado por los propios futbolistas ni bien pisaron el césped del estadio de Arsenal. Los once jugadores de Racing tenían la intención de ganar el partido por el director técnico. Se notaba por el ímpetu, por el nerviosismo, por la actitud, por la vehemencia por alcanzar la victoria. Y finalmente, Racing lo consiguió. Con un gol de Facundo Sava, derrotó por 1-0 a Arsenal, está seis puntos del líder, Independiente, y los hinchas, en medio de tantas versiones, sueñan con darles pelea a los equipos que están arriba en la tabla. Sin embargo, Arsenal, al margen de una situación tan incómoda como la vivida por el plantel de Racing, se mostró más frío, dominó la pelota y contó con la mayor cantidad de ocasiones frente al arco rival, fundamentalmente canalizando los ataques por el sector derecho. El conjunto de Alfaro apeló al libreto de siempre. Presentó mucha batalla en el mediocampo y luchó con insistencia. Racing, por el contrario, intentó jugar bien, pero no le alcanzó durante la primera etapa. Arsenal llegó con un cabezazo de Cristian Díaz, que despejó Hilario Navarro. También con otro centro desde la derecha, Franco Sosa alcanzó a rechazar al córner. Las flaquezas de la defensa de Racing, en especial por el costado izquierdo, fueron explotadas por el conjunto local. Si bien el equipo de Costas no tuvo tantas oportunidades, contó con las más claras. A los 19 minutos, Sava cabeceó tras un centro de Salcedo, pero la pelota salió desviada. El propio Salcedo no llegó tras arrojarse para conectar de cabeza y nuevamente Sava, luego de una buena combinación entre Salcedo y López, pretendió disparar solo frente al arquero, pero le erró a la pelota. El punto de inflexión del partido fue la buena lectura que hizo el técnico Costas, que dispuso el cambio de Maximiliano Estévez por Cabrera. Fue determinante en el sector derecho. Tuvo más juego y profundidad y le dio otra presencia al equipo. A partir de allí, construyó la victoria que terminó siendo justa. Racing tuvo un par de oportunidades. Un tiro violento de Bastía, que sacó Cuenca al córner, y una buena pelota de Estévez a López, que disparó por arriba y el arquero envió al córner. Hasta que finalmente llegó el gol. Una pelota que le robó Cáceres a Raymonda la trasladó hasta la mitad del campo de juego, se la cedió a López, y tras el centro, Sava, de cabeza, la cruzó ante la salida de Cuenca. A partir de ahí, Arsenal perdió el orden y la disciplina. Quizá el desgaste de la última semana pesó en la segunda mitad. Racing fue inteligente y práctico para ganar. A sólo seis puntos de Independiente, los hinchas despidieron al equipo con "los de arriba son amargos, los podemos alcanzar" , tras el tercer triunfo consecutivo y pese a la última y rara semana. (La nación On line)
  • El gol lo marcó Facundo Sava, a los 14 minutos del segundo tiempo. De esta manera, Racing sumó el tercer triunfo consecutivo. Cuando parecía que se venía una semana tranquila, "estalló la bomba". Los tres puntos conquistados ante Vélez habían dejado una sensación de calma. Sin embargo, los rumores sobre la continuidad del entrenador generaron incertidumbre y malestar. Esas horas de "furia" se reflejaron en la cancha. El equipo de Costas mostró imprecisión con la pelota y Arsenal aprovechó para imponer su juego. Recién cerca de la media hora, la "Academia" logró afirmarse en la mitad de la cancha. Se lo perdió Sava de cabeza y después, un tiro de Salcedo pasó cerca del palo. En el otro arco, sólo se vio un remate de Raymonda que se fue por arriba del travesaño. En el segundo tiempo, Racing cambió la actitud. Además, el ingreso de Estévez por Cabrera le dio más salida al visitante por el sector derecho. Bastía se adueñó del medio y se puso el equipo al "hombro". A los 8, Cuenca tapó un disparo del "Polaco", tras una pared con el "Chanchi". Iban 12 cuando el arquero también respondió acertadamente frente a una mediavuelta del "Piojo" López. Dos minutos más tarde, Raymonda se lo perdió en el área de Racing, Cáceres tomó la pelota, sacó un pase largo para López, quien mandó el centro y Sava metió la cabeza justo para decretar el 1 a 0. La "Academia" mantuvo el ritmo. Tuvo seguridad en el fondo, presionó arriba, manejó la pelota y generó las situaciones más claras. Erwim Avalos entró por el "Piojo". El delantero paraguayo se lo perdió dos veces seguidas frente a los tres palos defendidos por Cuenca. Racing lo pudo liquidar, pero no contó con la puntería necesaria para definir. El predominio se hizo más contundente luego de la expulsión de Mariano Brau, quien lo bajó a Avalos cuando el delantero se iba solo hacia el arco. Para ser fiel a su estilo, Racing terminó sufriendo por un par de intentos de Calderón. Arsenal demostró que está pensando en la Sudamericana (juega la revancha pasado mañana) y la "Academia" trató de "esconder la basura debajo de la alfombra" con otros tres puntos que no le vienen mal... para soñar con pelear arriba y escaparle al promedio. (Walter Acosta, Cronica)

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ARSENAL CAMPEON DE LA SUDAMERICANA 2007