Que rara sensación tras el triste final en el viaducto. Explicarse una derrota que minutos antes del final no estaba en los planes de nadie (y menos en la mente de un Lanús que vino a jugar de contragolpe a ver que pasaba), mirar el cielo y maldecir nuevamente por un destino que parece perseguirnos continuamente en este campeonato.
Es que Arsenal jugo para ganar, tomo las riendas del partido y realizo todo lo que paso, lo bueno y lo malo. Porque a pesar del mal arbitraje, fue Arsenal quien le dio los espacios al granate para que meta esos estiletazos mortales a tan poco del final. Cuando Matellan convertia el 3 a 2, parecia que la justicia caia de nuestro lado, pero el arbitro marco un off side y la cosa paso para el otro bando, que dio vuelta el resultado, y ante un equipo entregado en ofensiva, nos termino demoliendo como solo Lanús sabe hacerlo: con pases largos a los costados, de contragolpe, con rapidez.
Arsenal se desmorono, tiro por la borda todo lo que habia realizado e increiblemente nos terminamos por comer un historico 2 a 5 en el viaducto.
Lanús esta casi adentro en la próxima Copa Libertadores, mientras que Arsenal comienza a mirar nuevamente de reojo la promoción. Parece que no llegaremos a los ansiados 25 puntos. La semana que viene hay que ir a jugar con un Newells cada vez mas campeón, luego jugar con los muchachos del Atletico de Tucumán (otro mano a mano) y por ultimo en Mendoza con el Tomba, en una plaza donde nunca nos fue bien.
Por la cabeza de todos nosotros estan las imagenes grabadas de este triste final, los jugadores contrariados, Burruchaga con la mirada perdida y la sensación que Arsenal se rompio como una copa de cristal.
¿Habra solución?
Joaquin del arse.